Cartas amarillas

Yo no sé si me buscas entre la gente, no se si soñarás conmigo un

 paraíso deseado.  De lo que estoy segura es que yo pecaría por

 vos más de mil veces condenando a mi alma que no para de

 llamarte.

  Que rápido pasa el tiempo, cae la noche otra vez, voy a cerrar la ventana no quiero ver   las flores llenas de rocío, parecen lágrimas.

Mejor me duermo pensando en vos, y si soñar con nosotros es pecado, mi alma está dispuesta vamos a amarnos.

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Hoy el tiempo se detuvo en esta ventana

Me acerqué y me sedujo el tic tac

De un reloj que no estaba.

Se perdió mi mirada en un vuelo

de tela y nostalgia.

Liviana, como una hoja ,en ese vuelo se fue mi alma.

La tarde detrás de la ventana callada, me miraba. Detenida en el tiempo ella también esteraba como si el mismo tic tac la hipnotizara. Si la vida pasara entre la tarde y yo llevando algún reloj, su tiempo no es el nuestro.  El suyo pasa junto a los latidos del corazón.  El nuestro se detuvo en esta ventana, entre la tarde y yo.